Tengo referencias de que Manolo Martínez es un magnífico artista. En su obra veo que prevalecen los efectos atmosféricos; y aunque su pintura es abstracta, hay en ella ese algo atmosférico, ese retrato de atmósferas que inducen al paisaje; y aunque es un paisaje muy primitivo, muy desolado, hasta cierto punto, induce a pensar en el aire, en los elementos básicos que componen nuestro mundo.

Enrique Grau
Maestro de la Pintura Colombiana

Manolo Martínez pudo haber sido un monje zen! Porque La Magia, La Belleza, La Serenidad, y El exorcismo de su cosmogénica pintura parece que descendiera del Himalaya o del Tíbet. No en balde, este artista en verdad deslumbrante que cuantifica el color para despertar en destellos la gran mente de los espíritus inertes, es un devoto admirador y aplicado estudioso del mensaje de esa especie de arcángel de las ciencias más conturbadoras del hombre, Theilard de Chardin. En su obra el color es a la pintura su alma, y en la pintura de este artista excepcional la gracia infalible de su colorística que es como una semiótica del espíritu, nos transporta a regiones más misteriosas que la vida, las del ensueńo. . .

Gonzalo Villegas Jaramillo,  Crítico de arte

Para San Agustín el arte es “la activa conformación de la mente del artista con el ritmo que viene de Dios y yace en el alma de todo hombre, pudiendo ser recordado”. En estos términos, la propuesta de Manolo es un manifiesto de sublevación no contestataria. Es la afirmación de una autonomía a rajatabla, una mayoría de edad estética que recoge la tradición del arquetipo cultural común, pero transformado y mediado por las vanguardias cuyas banderas están ancladas en lo real humano y material. Cuando se habla de autonomía debe entendérsela en dos dimensiones: madurez creativa y capacidad para moverse en el universo de la emancipación.

NéstorDíaz Videla,  Académico

Información tomada del Folleto Vitae & Conclave, Galería de La Aduana 2006

Agrega el evento en tu Calendario